El Gobierno argentino autorizó la importación de bienes de capital usados para la industria petrolera, sin pagar aranceles para el caso de los “equipos más críticos” y con un arancel del 7% “para los complementarios”, con el objetivo de acelerar las inversiones en el yacimiento neuquino de Vaca Muerta.

Lo hizo a través de un decreto, según lo indica un comunicado del ministerio de Producción, que puntualiza que la medida se toma para “aprovechar el excedente internacional de bienes de capital de tecnología más avanzada, lo que permitirá mejorar el perfil de las inversiones locales”.

La norma prevé que “en caso de que exista capacidad de producción por parte de la industria argentina, los importadores adquieran bienes similares a proveedores locales en un plazo inferior a dos años y por un porcentaje de entre el 15 y el 60 por ciento del valor importado, en función de la antigüedad de la maquinaria que ingresen al país bajo esa modalidad”.

Así, “a mayor antigüedad, mayor porcentaje de compre argentino”, destaca el comunicado, que aclara que “los bienes importados no podrán tener una antigüedad mayor a los 10 años”.

La información recuerda que “el anuncio fue adelantado por el presidente Mauricio Macri en un evento con los principales ejecutivos de la industria petrolera en Houston, Estados Unidos, en abril de este año”.

“La Argentina necesita entre 6.500 y 8.000 millones de dólares de inversión anual por lo próximos años para desarrollar Vaca Muerta”, por lo que “se espera que con esta medida, entre otras que se vienen instrumentando, dicho proceso se acelere”, destaca el comunicado.

El ministro de Producción de Argentina, Francisco Cabrera, sostuvo que “para atraer esta magnitud de capital se tiene que mejorar el costo de extracción de esos recursos”.

Proveedores locales

El Ministerio de Producción de Argentina también recordó que se trabaja “con operadores y empresas de servicios de la industria petrolera para que desarrollen proveedores locales y brinden al sector un horizonte de previsibilidad sobre el nivel de actividad previsto”, lo que “permitirá a las pymes planificar mejor sus operaciones y trabajar en conjunto los aspectos de competitividad que requiere toda la cadena de valor.”

Texto: Redacción Central

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