El gobierno boliviano anunció un fuerte incremento a la tarifa de electricidad para los usuarios domiciliarios que consumen más de 1,000 kWh-mes (kilovatios hora mes).

Este consumo corresponde a usuarios que actualmente pagan más de 1,000 Bs al mes porque utilizan muchísima electricidad en sus domicilios, por ejemplo, en acondicionadores de aire que funcionan todo el día y/o noche enfriando toda la casa, en calefones eléctricos, en focos no ahorradores, etc.

La tarifa de electricidad en Bolivia está fuertemente subvencionada. Para tener una idea, la tarifa promedio en Bolivia es de 10 cUS$/kWh, mientras que en los países vecinos es de 20 cUS$/kWh o más. La baja tarifa en Bolivia se debe a que se utiliza el gas natural para la generación de electricidad a un precio muy bajo (1.3 US$/MMBTU), mientras que el precio que recibimos por este gas al exportarlo es 4 veces mayor (6 US$/MMBTU) y en años pasados llego a ser 8 veces mayor (11 US$/MMBTU).

Si bien es legítimo utilizar nuestros propios recursos para reducir el costo de vida a nuestra gente, es importante recordar que el gas natural es un recurso no renovable que no debe despilfarrarse y que la subvención no incentiva al ahorro y más bien impide la búsqueda de alternativas renovables.

Es importante destacar también que la energía eléctrica que consumimos en Bolivia es 75% no renovable y solo 25% renovable, relación que debe invertirse.

Por ello, es necesario reducir gradualmente la subvención a la electricidad para alcanzar el precio que refleje su verdadero valor, el cual incentivará a la gente a utilizar el recurso de manera eficiente y a instalar sistemas de autogeneración de energía renovable propios, además de permitir la realización de proyectos de generación de mayor tamaño.

El incremento que se aplicará a los usuarios domiciliarios de alto consumo es necesario y de alguna manera justo, pues quien consume más recursos, debe pagar más por ellos, especialmente si son no renovables.

El lado bueno de este incremento es que es el primero que efectivamente incentivará a los consumidores afectados, que son los de mayor capacidad económica, a evaluar la instalación de sistemas solares fotovoltaicos que les permitirá reducir sus compras de electricidad con inversiones moderadas con un periodo de recuperación de alrededor de 5 años, luego del cual tendrían energía gratuita.

Algunas personas piensan que primero debe regularse la instalación de paneles solares en techos de casas, comercio e industria. Evidentemente, este tema debiera ser regulado, sin embargo, las normas en Bolivia llegan tarde, mal y nunca, por lo cual, si las esperamos para actuar, probablemente el mundo se habrá acabado antes de que ello suceda. Por ello estamos retrasados al menos 20 años en todos los campos respecto a los países avanzados, no por falta de tecnología, sino por falta de normas que promuevan e incentiven su aplicación.

El tema de los paneles solares en techos de casas, comercios e industria ya es cosa normal hace varios años en muchos países, incluso nuestros vecinos inmediatos, pero parece que nuestras autoridades no ven todavía ni la necesidad, ni el potencial, ni el beneficio de una normativa para ello.

Yo creo que saldrá una norma recién después de que existan varias instalaciones visibles, y es por eso que la sociedad civil debe actuar, para obligar a que esto suceda. Asumo que nadie que tenga algo de sentido común se animará a ponerle trabas a iniciativas de este tipo, que no perjudicarán en nada al sistema eléctrico (con suerte se instalaran unas cuantas decenas de kW frente a la demanda de 1,600,000 kW), sino que obligarán a su desarrollo.

Pienso que todo el que tenga genuina conciencia ambiental debe actuar y no esperar, ayudando en todos los ámbitos para dar ejemplo e inspirar a otros. Y con ello me refiero no solo a las personas, sino en especial a las instituciones que son o deberían ser lideres de opinión, como universidades, escuelas y colegios, agrupaciones de profesionales, etc, y a las empresas que tienen programas de Responsabilidad Social Empresarial (la instalación de paneles solares debería ser una de las acciones principales de RSE).

Por ello, invito a personas, instituciones y empresas a considerar la instalación de paneles solares en sus techos, para ayudar al medio ambiente y al país a cerrar la brecha tecnológica. Gracias a que estos sistemas son modulares, se puede empezar pequeño y luego ampliar.

Por Sergio Arnez Morales, Ingeniero Eléctrico