El Gobierno nacional prevé que la comercialización de bioetanol en el país comience en septiembre de este año, como alternativa de combustible para vehículos, ya que tendrá mejores condiciones que la gasolina y será más amigable con el medioambiente, informó este martes el viceministro de Planificación y Desarrollo Hidrocarburífero, Carlos Quispe.

Según esa autoridad, el nuevo combustible tendrá un aditivo especial que será el etanol, producido en los ingenios bolivianos, lo que permitirá generar un producto con menos de dióxido de carbono (CO2) y reducirá la subvención de carburantes.

“Estos días se ha trabajado en la normativa que vaya a viabilizar esto, ya se han visualizado los beneficios que va tener este proyecto, vamos a generar un combustible que sea más amigable con el medioambiente, se va reducir la subvención, vamos a producir un combustible que tenga menos CO2, obviamente eso implica beneficios para el medioambiente y esperamos que el próximo mes ya estemos lanzando este nuevo combustible”, dijo a los periodistas.

En la actualidad -agregó- se trabaja, junto a los ministerios de Economía y Planificación, en la normativa que permita comercializar el nuevo combustible y se evalúan los precios para su venta en los surtidores del país.

“Estamos generando un combustible alternativo a la gasolina especial que tenemos ahora, como la Ron 91, genera mejores condiciones para los vehículos, puesto que su nivel de rendimiento es mayor; este combustible tendrá esos beneficios, estamos estudiando la demanda”, agregó.

Quispe subrayó que esa iniciativa busca fortalecer las políticas de soberanía energética que emprende el Gobierno nacional hace más de una década.

En abril de este año, el ingenio azucarero Guabirá comenzó oficialmente la producción del aditivo para el etanol y lo entrega a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), con lo que se inició el proceso para la fabricación del bioetanol, conocido como el “combustible verde”.

Para la producción del nuevo biocombustible, el sector cañero prevé una inversión de 1.600 millones de dólares hasta 2025, duplicar los cultivos, mejorar el rendimiento y generar 30.000 nuevos empleos, lo que implica un crecimiento del 0,9% del Producto Interno Bruto (PIB).

Con información de ABI

Foto: Archivos RE