Ricardo Vasquez

 

 

En un análisis de las causas del desplome de los precios del petróleo en el mundo y lo que acarrea este efecto sería bueno puntualizar los siguientes argumentos para entender que pasó y luego, como saldrá el mundo de este colapso. Por: Ricardo Vásquez.

¿Que paso?

1. En marzo de 2020 se inició una guerra por el control del precio del petróleo, protagonizada por Arabia Saudita y Rusia. Arabia Saudita es el mayor exportador de petróleo del mundo y líder no declarado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Tiene capacidad para producir más de 12 millones de barriles diarios, lo que le permite aumentar o reducir su producción con mayor facilidad que otros países. Luego de una caída de los precios que se inició en 2014, a finales de 2016 se creó un grupo conocido como OPEP +, que reúne a países miembros de esa organización junto a otros productores entre los que destaca Rusia (tercer productor mundial), con el fin de coordinar recortes que permitieran recuperar los precios. La estrategia funcionó y se fue alargando hasta Marzo de 2020, cuando una propuesta de recortes de producción adicionales para hacer frente a los retos planteados por el COVID-19 fue rechazada por Moscú. La idea fue realizar un recorte de 1,5 millones de barriles diarios (reducción del 3,6% del total de producción mundial), de los cuales se esperaba que 500.000 barriles fueran sacrificados por los países no afiliados a la OPEP, a lo que Rusia se negó y en respuesta, Arabia Saudita incrementó su producción e incluso llegó a ofrecer descuentos a sus compradores en Europa, provocando el primer colapso, que luego se subsanó a mediados de Abril, con un acuerdo para reducir la producción mundial en 10 MMBPD…un poco tarde, cuando ya se tenía la pandemia activa.
2. En el análisis de la demanda y oferta de petróleo a nivel mundial, podemos hacer el siguiente análisis: Con un equilibrio en torno a los 100 millones de barriles por día (MMBPD), una variación de 2% (2 MMBPD) provoca una variación arriba o abajo en el precio, al no haber una acuerdo inicial entre Arabia Saudita y Rusia en la guerra anteriormente descrita, Arabia Saudita subió su producción en 4 MMBPD para “escarmentar” a los rusos, lo que provocó la primera caída desde los U$ 60 por barril a principios de 2020, hasta alcanzar el margen de U$ 30 – 35 por barril.
3. Mientras se desarrollaba este tire y afloje entre los grandes productores, vino la pandemia del COVID-19 que provocó el desmoronamiento del consumo a nivel mundial al estar un 90% de los habitantes en cuarentena, con fábricas cerradas, vuelos suspendidos y vehículos estacionados en las casas ante las prohibiciones de circulación, lo que redujo 30 MMBPD la demanda que ya estaba sobre ofertada con 4 MMBPD.
4. Los depósitos de almacenamiento, refinerías, ductos, barcos de carga, etcétera, se vieron colapsados en su capacidad debido a la casi nula demanda y provocó el otro colapso y la caída en el precio a niveles negativos.

¿Que pasará?
Aunque nadie se anima con exactitud a predecir como se comportará el mercado, los siguientes datos pueden ser interesantes de analizar antes de formarse una opinión:

1. Los stocks almacenados mantendrán un precio bajo por un periodo adicional, en el cual el mundo retornara a la “nueva realidad” después del final del confinamiento del COVID-19, empiecen las fabricas e industrias a operar nuevamente (con las restricciones acarreadas para evitar la “segunda ola” muy probable), los vuelos vuelvan a operar y los vehículos a transitar, hasta lograr un nuevo punto de equilibrio (que seguramente no serán los 100 MMBPD).
2. La industria del petróleo deberá reinventarse para tratar de ser más competitiva, se deberán analizar formas de mejorar los rendimientos y reducir costos innecesarios, que ojalá no lleven a flexibilizar o relajar las medidas de seguridad que puedan ocasionar accidentes con perdidas de vida y daños ambientales que compliquen mas aún la situación de por si inestable.
3. Los gobiernos que dependen de las rentas y ventas de recursos naturales y petróleo y gas, deberán flexibilizar también sus esquemas de impuestos y rentas a la industria y tratar de adaptar o crear nuevas formas de incentivos que inviten a las multinacionales a invertir con seguridad jurídica compartiendo el riesgo y también las ganancias generadas.
4. La utilización de técnicas de recuperación mejorada como el fracking en proyectos no convencionales (Vaca Muerta, por ejemplo), será imposible de reanudar operaciones hasta alcanzar por lo menos un precio de 60 – 70 dólares por barril. Estos proyectos, en los cuales en Estados Unidos han debido cerrar las válvulas ante la imposibilidad de continuar almacenando la producción, necesitarán realizar trabajos de reparación en sus pozos (sobre todo en los de shale oil) ya que el hecho de cerrarlos ha provocado daños en el sistema de producción al quedar el petróleo estático a niveles superficiales y con baja temperatura, deberán limpiar las líneas de completación.
5. Se estima que entre 200 y 500 compañías petroleras (operadoras y de servicios) se declararán en bancarrota debido a la crisis, lo que acarreará un desempleo de mas de 1 millón de empleados en el mundo en toda la cadena (exploración – producción – refinación y ventas)
6. Las estimaciones actuales nos indican (sin que haya terminado la cuarentena del COVID-19) que la “nueva normalidad” estará llegando aproximadamente en diciembre del 2021 con un equilibrio de 91 MMBPD y un precio de U$ 75 por barril, hasta ahí, solo quedará reinventarse y asumir que lo peor ya pasó.
7. Lo expuesto en el punto 4 puede poner a Bolivia en una posición privilegiada, pues Argentina verá nuevamente afectada su producción al ser no rentable la explotación de sus campos no convencionales, dependerá del Estado boliviano la capacidad de incrementar su producción, ya sea mediante la exploración u optimización de producción de los campos actuales, sumado a los incentivos a las operadoras actuales.

Impacto de la demanda antes y después del COVID-19

Producción mundial de petróleo


Precio del barril de petróleo (WTI)

Ricardo Vasquez es Ingeniero Petrolero, egresado de la Universidad Autónoma Gabriel Rene Moreno en 1.990, tiene especialidad en perforación de pozos, 30 años de experiencia en Bolivia e internacionalmente, trabaja actualmente en Emiratos Árabes Unidos.