La Empresa Nacional de Electricidad de Bolivia (ENDE) decidió postergar el proyecto hidroeléctrico Rositas ante el constante rechazo de las comunidades aledañas, informó el presidente ejecutivo, Joaquín Rodríguez.

Los dirigentes de las comunidades afectadas celebraron la determinación de ENDE argumentando que la empresa en ningún momento mostró alternativas de compensación para las poblaciones que habitan en los predios que iban a ser inundados.

Rodríguez informó a Los Tiempos que el “denominado sueño cruceño se está postergando debido a las protestas sociales” y, al ser consultado sobre el tiempo que tomará esta postergación, indicó que “en cuanto la población tome conciencia de las ventajas de (la) inversión, se retomará de inmediato las tareas hasta el momento suspendidas”.

El 15 de septiembre de 2016, la Asociación Accidental Rositas (AAR) se adjudicó la ejecución de la ingeniería, suministro, construcción, montaje, pruebas y puesta en marcha del proyecto Rositas bajo la modalidad llave en mano.

La inversión prevista era de 1.000 millones de dólares provenientes de un crédito del Eximbank chino. En esa oportunidad, el presidente Evo Morales destacó el inicio de “un proyecto esperado por 50 años en el departamento de Santa Cruz”.

Sin embargo, ante el surgimiento de una serie de rechazos y observaciones al proyecto por parte de las comunidades aledañas al lugar donde se tenía previsto construir la represa, Morales advirtió con trasladar a otros departamentos los recursos contemplados para la ejecución de Rositas.

La advertencia de Morales fue materializada en septiembre de 2018 y, según Rodríguez, ENDE Corporación tiene una cartera de proyectos muy amplia, puesto que existen recursos hidroenergéticos en todo el país. “Priorizaremos algunos si se dan las condiciones de realización”, indicó.

Por su parte, el presidente del Comité de Defensa de Tierra y Territorio de las comunidades afectadas por el proyecto Rositas, José Luis Sandoval, aseguró que la resistencia a la ejecución del proyecto estuvo fundamentada en el respeto a los derechos de los comunarios y de las poblaciones indígenas cuyos terrenos iban a ser afectados directa o indirectamente.

Afirmó que ENDE no tuvo la voluntad de dialogar con este comité respecto a observaciones relacionadas con efectos medioambientales, destrucción de un área protegida y de alteración al aparato productivo de la provincia Vallegrande.

Sandoval mencionó también que el estudio a diseño final del proyecto, elaborado por la empresa española Eptisa, señala que Rositas no era rentable porque los costos de generación de energía eléctrica serían más altos que el de países vecinos, por lo que se haría inviable la exportación.

1.000 millones de dólares. Fue el monto que el Gobierno garantizó para la ejecución del proyecto hidroeléctrico Rositas.

Datos

Impactos y beneficios de la hidroeléctrica. La construcción de la megarrepresa, de al menos 45.000 hectáreas de embalse, iba a afectar a 12 comunidades y tres pueblos indígenas guaraníes. Sin embargo, permitiría el riego de 165.000 hectáreas de predios productivos.

Acción popular contra el proyecto fue rechazada. En marzo de 2018, las comunidades guaraníes de Tatarenda Nuevo y Yumao interpusieron una acción popular en contra de la ejecución del proyecto Rositas debido a la falta de una consulta previa, libre e informada. La acción fue inicialmente admitida por un juez y luego desestimada por otra autoridad judicial.

Estudio socioeconómico quedó pendiente. ENDE estimaba culminar el estudio socioeconómico y de impacto ambiental en el mes de septiembre para posteriormente dar paso a una consulta previa. Sin embargo, ante el rechazo de las comunidades, dichos estudios fueron paralizados.

Denuncian vulneraciones de ENDE. Los dirigentes de las comunidades afectadas por el proyecto Rositas denunciaron vulneraciones por parte de ENDE. Los problemas persistieron en los últimos meses, pese a acuerdos previos con dirigentes.

Ven falta de propuestas para la compensación

El vicepresidente del Comité de Defensa de Tierra y Territorio de las comunidades afectadas por el proyecto Rositas, Benigno Barrientos, sostuvo que el Gobierno tomó una buena decisión al postergar la hidroeléctrica porque “nunca se mostró una alternativa de compensación” para los afectados.

Barrientos añadió que, si bien Rositas podía marcar el futuro del país, no fue acertadamente encarado, por ENDE, que no mostró las propuestas de compensación, pese a la insistencia de los afectados.

“ENDE que no supo encarar este proyecto de abajo hacia arriba, lo encaró de arriba hacia abajo; entonces esta consecuencia es lo que tiene que asumir ENDE”, dijo el dirigente.

Para la empresa estatal, Rositas “significa producción de energía, abastecimiento de agua potable y de agua para riego”.

La empresa desplazó su personal técnico en las poblaciones afectadas por el proyecto hidroeléctrico, pero no se pudo sostener un diálogo fluido con la gente.

Con información y foto de Los Tiempos