Los nuevos paradigmas económicos, políticos, sociales y tecnológicos empiezan a configurar un escenario global distinto. El mundo está cambiando vertiginosamente y atraviesa un periodo de adaptación a una nueva realidad que también toca a la energía.

El ajedrez geopolítico, la irrupción digital, el cambio climático o los nuevos hábitos de la aldea global que habitamos, inciden directamente en una industria que es pilar del desarrollo planetario. ¿Qué desafíos y qué oportunidades imponen estos tiempos?

Una vez más, la Conferencia de Petróleo y Gas Arpel 2017, la cual tuvo lugar entre el 25 y 27 de abril en Punta del Este, Uruguay, fue la plataforma para el análisis sectorial. Un espacio para explorar posibles respuestas y definir certezas en una época de ajustes profundos y retos mayúsculos.

El evento bienal congregó a más de 300 altos representantes del sector energético de la región, provenientes de 134 empresas, instituciones nacionales e internacionales del sector, y entidades gubernamentales de 24 países.

Tres días de generoso diálogo, análisis y discusión, contenidos en un Foro de Agencias de Hidrocarburos, 8 sesiones plenarias, 6 conferencias notables y 4 talleres simultáneos, permitieron a los líderes de la industria hacer foco en la región y arrojar luces sobre lo que se viene para el sector.

Desde el upstream pasando por las perspectivas geopolíticas, el cambio climático, la transparencia y combate a la corrupción, o las amenazas cibernéticas, la diversidad de abordajes permitió un enfoque sustancioso e integral.

En el balance, hoy América Latina y el Caribe tienen la ocasión histórica de consolidar su potencial y, a su vez, proyectarse con mayor protagonismo en la esfera mundial como un proveedor energético serio y confiable.

A la par, la inversión comienza a reactivarse y busca oportunidades que comulguen con la eficiencia, la seguridad jurídica y el cuidado del medioambiente, por lo que el reto de fortalecer y proyectar el upstream, como base de la cadena productiva energética, debe ser una tarea compartida entre Estados y actores privados.

Finalmente, la ganancia de peso específico del gas natural como el hidrocarburo del futuro, y como fuente de transición hacia una matriz energética global más renovable, permiten vislumbrar un horizonte en el que el sector tiene un rol preponderante y siempre a la vanguardia de la provisión de energía.

El presente informe pone a su consideración los temas abordados durante la Conferencia Arpel 2017.

Fuente: Asociación Regional de Empresas del Sector Petróleo, Gas y Biocombustibles en Latinoamérica y El Caribe
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