análisis. Eduardo Blanco, consultor independiente
El experto sostiene que la administración integral del reservorio trae mejoras en la productividad de hidrocarburos. Remarcó la importancia de la validación de los resultados utilizando dos o más procedimientos.
estudios.- Es egresado de la Universidad de Oklahoma. Cuenta con un BSc. en Ingeniería de Petróleos y una Especialidad en Ingeniería de Procesos de Gas Natural. Tiene más de 40 años de experiencia en la industria del petróleo y gas habiendo ejercido diferentes posiciones operativas, técnicas y gerenciales en empresas de servicios de talla mundial.
experiencia.- Su campo de especialización es la terminación y optimización de pozos de petróleo y gas con énfasis en estimulación y fracturamiento hidráulico.
Un proyecto hidrocarburífero puede tener éxito o resultar un fracaso, solo por la imprecisión de un dato, el que puede ser crítico para el diseño de la terminación de un pozo o la determinación de reservas recuperables, explicó Eduardo Blanco, experto en terminación y optimización de pozos de petróleo y gas.
Blanco fue invitado por la Sociedad de Ingenieros Petroleros (SPE), sección Bolivia, para señalar las mejores técnicas de validación de resultados sobre distintos reservorios de petróleo y gas.
“Muchas veces la presión ejercida sobre un ingeniero, hace que este provea el mejor dato posible, pero falta revisar cuan válida es esta información”, precisó.
La diagnosis en el comportamiento de la producción de un pozo requiere de análisis exhaustivos y la validación de muchos de los datos que se han usado y sobre los cuales pudiera haber dudas en su exactitud. Una de las tecnologías de análisis más reciente es la que se basa en la validación de los resultados utilizando dos o más procedimientos que a través de diferentes caminos entreguen la misma conclusión, explica Blanco.
METODOLOGÍA
Entre los métodos que apunta están tres tipos de análisis; nodal, transiente de presión y transiente de caudal. Explica que el análisis nodal es una metodología que determina las caídas de presión en diferentes puntos, desde el reservorio, terminación, tubería hasta las instalaciones en la superficie. Esto permite armar un cuadro para determinar la magnitud de las caídas de presión y como inciden estas en la productividad de un pozo.
El segundo método es el análisis transiente de presión, el cual permite determinar algunos parámetros del reservorio y sirve para preparar un determinado tipo de terminación o un determinado manejo del reservorio.
En cuanto al análisis transiente de caudal, similar al de presiones con la diferencia que este se centra en los caudales en función del tiempo. Esta técnica es la más reciente y requerida entre los operadores porque no demanda la paralización de la producción para realizar el análisis.
Remarca que la aplicación de estos métodos requiere un equipo multidisciplinario de profesionales para obtener una mejor interpretación de los resultados. Lo importante es realizar un seguimiento de los pozos con una buena administración y un análisis integral. ▲
lizzett vargas o. / Reporte Energía
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