reporteenergia.com.-Hasta el 2020, el ritmo de crecimiento de la producción de petróleo de América del Norte cuadruplicará a la del Medio Oriente, aunque esta región seguirá siendo líder mundial en la explotación total de este recurso fósil.

Estas previsiones de la consultora Wood Mackenzie forman parte del estudio “Visión Energética Hasta el 2030:  Perspectivas Integrada a Largo Plazo”, al que Reporte Energía  tuvo acceso, en el que se señala que en el 2010 la producción en toneladas equivalentes de petróleo (TEP) de Norteamérica bordeó los 690 millones y hasta el 2020 se vaticina un poco más de 1.000 millones de TEP.

Mientras tanto en la región del Medio Oriente la producción subirá de más 1.210 millones de TEP a aproximadamente 1.300 millones de TEP.

“Creemos que para el año 2020, el crecimiento de la producción de petróleo de Norteamérica superará a la de Medio Oriente por cuatro barriles a uno y este aumento alcanzará los 390 millones de toneladas equivalentes de petróleo para el 2030”, destacó Wood Mackenzie en su estudio denominado Mirada Energética al 2030.

Sin embargo, los datos de la consultora muestran que luego de este importante crecimiento, en los siguientes 10 años la producción de Norteamérica se estancará en los 1.000 millones de TEP, mientras que el Medio Oriente tendrá un incremento notable hasta casi alcanzar los 1.700 millones de TEP en el 2030, lo cual demuestra el liderazgo mundial que esta región continuará ostentando en la industria petrolera.

EEUU encabeza la producción

El importante crecimiento de Norteamérica que Wood Mackenzie prevé para esta década, se debe principalmente al auge de los hidrocarburos no convencionales en Estados Unidos que experimenta actualmente y que se intensificará en los próximos años.

Según datos de la Agencia de Información de Energía (EIA, por su sigla en inglés) de los Estados Unidos, consultados por este medio de comunicación, la producción de petróleo en este año tuvo un nuevo repunte, superando la barrera de los 8 millones de barriles por día (BPD).

La última vez que este país había alcanzado estos volúmenes de producción ocurrió a finales de los años 80s, para luego descender paulatinamente hasta los 5 millones de BPD en la primera década del 2000.

A partir del 2011 el aporte del petróleo convencional, en especial del tight oil, empezó a generar este incremento y en abril del 2014 la producción promedio fue de 8.3 millones de BPD.

La EIA también prevé que para el 2015 la producción de petróleo ascenderá hasta los 9.2 millones de BPD y en el 2036 a los 13.3 millones de BPD.

Por su parte, Canadá también experimentará un incremento en la producción, gracias al desarrollo de las arenas de alquitrán (oil sands).

En el 2013 la producción canadiense se situó en un promedio de 3.5 millones de BPD y se incrementará hasta los 4.9 millones de BPD en el 2020, según una publicación de la Asociación de Productores Petroleros de Canadá.

Mientras que el otro país norteamericano, México, también prevé un incremento en la producción con la entrada de la Reforma Energética que se aplica actualmente en este país para abrir el sector petrolero a inversores privados.

En una exposición realizada a mediados de mayo en Cartagena, Colombia, el asesor de la Oficina de Consejeros de Petróleos Mexicanos (Pemex), Víctor Rodríguez, indicó que la apertura del sector petrolero mexicano busca aumentar la producción de este país de los actuales 2.5 millones de BPD a 3 millones de BPD en el 2018 y a 3.5 millones de BPD  en el 2025.

También pretenden lograr tasas de restitución de reservas probadas de petróleo y gas, superiores al 100%.

Importaciones continuarán elevándose en Asia-Pacífico

Wood Mackenzie prevé que el aumento de la demanda de energía hasta el 2030 en la región de Asia-Pacífico será cinco veces mayor a la de Norteamérica, lo cual implicará un incremento paulatino en las importaciones de recursos energéticos, llegando a los 2.000 millones de TEP en ese año.

“Europa será cada vez más dependiente de las importaciones como India y China que consolidarán sus posiciones como principales destinos para los exportadores de carbón, petróleo y gas”, destaca el estudio de la consultora.

Esta época de creciente demanda mundial de energía será satisfecha, en parte, con el surgimiento de Norteamérica como exportador neto antes del 2020, “ayudando a remodelar los patrones del comercio de materias primas en todo el mundo”.

Entre los recursos energéticos de mayor consumo, según Wood Mackenzie, se incluyen los hidrocarburos tradicionales, con una predominancia del carbón como el recurso más demandado en el 2030.

“Los hidrocarburos tradicionales dominarán la mezcla global de suministros, pero Wood Mackenzie ve  que el carbón dominará en el 2030, mientras que otras perspectivas esperan que el petróleo sostendrá la mayor parte de la demanda energética mundial”, señala el texto. ▲